domingo, 31 de diciembre de 2017

Murió siendo muy rico ... by Mark de Zabaleta


“Cuando se trata de dinero, todos son de la misma religión”
Esta frase resume perfectamente el espíritu de Voltaire
François-Marie Arouet (París, 21 de noviembre de 1694, 30 de mayo de 1778), más conocido como Voltaire, fue un escritor, historiador, filósofo y abogado francés que siempre se ha considerado como referencia de la Ilustración, un período que destacó el poder de la razón y de la ciencia.  Incluso fue elegido miembro de la Academia Francesa.
Voltaire no cree en la intervención divina en los asuntos humanos y denuncia el providencialismo en su cuento filosófico Cándido o el optimismo (1759). Fue siempre un destacado opositor de la Iglesia católica, símbolo para él de la intolerancia y de la injusticia. Se empeñaba en luchar contra los errores judiciales y en ayudar a las víctimas e esa injusticia. Voltaire se convirtió en el modelo para la burguesía liberal y anticlerical y en la pesadilla de los religiosos.
En 1742 su obra Mahoma o El fanatismo es prohibida.
Voltaire ha pasado a la Historia por liderar la idea de una tolerancia religiosa. Fue un verdadero luchador contra la intolerancia y la superstición y siempre supo defender la convivencia pacífica entre personas de distintas creencias y religiones.
Voltaire murió siendo inmensamente rico: fue uno de los mayores rentistas de Francia. Es muy conocida la afición de Voltaire a distintas aventuras financieras e, incluso, también al fraude…Cuando se había anunciado una lotería para liquidar deudas municipales, Voltaire y su amigo el matemático La Condamine descubrieron que comprando todos los billetes se podía ganar un millón; formaron una sociedad y se repartieron los beneficios … y todo ese caudal e dinero fue la base de su gran fortuna.
Su defensa de una literatura comprometida con los problemas sociales hace que Voltaire sea considerado como un gran predecesor de escritores del siglo XX como Jean-Paul Sartre y otros representantes del existencialismo.
¡Feliz 2018!
Mark de Zabaleta

lunes, 25 de diciembre de 2017

Los sabios hablan poco ...

“Los que son sabios, poco hablan; y los que hablan mucho, son poco sabios”
(Lin Yutang)

Información ciertamente detallada ...


Una familia inglesa visitaba un pueblo muy bonito y se fijó en una casita de veraneo. Al interesarse por ella, el propietario, que era un pastor protestante, les enseñó la casa, que parecía muy bien ubicada.
Al regresar a Manchester, la esposa recordó que no habían visto el baño, y, dado que a principios del siglo XX era algo novedoso e importante, no dudó en escribir al pastor preguntándole dónde quedaba el W.C.
Al recibir la carta, como el pastor no conocía en aquellos tiempos la abreviatura WC, pensó que le preguntaban por la West Chapel, y le contestó:
Estimada señora, me complace indicarle que el lugar por el que me pregunta está a 10 Km de la casa, lo cual es molesto, sobre todo si se tiene que ir regularmente, pero algunas personas llevan comida y se sientan allí todo el día, se puede ir a pie o en bus, y normalmente se llega a tiempo. Caben 200 personas sentadas y 50 de pie. Los asientos están forrados de tela y hay ventiladores para evitar sofocos.
Se recomienda llegar temprano al servicio para tener sitio. Mi mujer, por llegar tarde, tuvo que aguantar todo el acto de pie, y ya no va al mismo desde hace años. Los niños se sientan juntos y cantan a coro. A la entrada se le da un papel a cada asistente, y si no llega para todos, se puede utilizar el del compañero de al lado, pero a la salida hay que devolverlo para seguir usando ese papel todo el mes. Todo lo que dejen depositado se utilizará para dar a los pobres.
Hay reporteros que toman fotografías en diversos momentos del acto para publicarlas en el periódico local, en la sección “movimientos de sociedad”. De este modo, los lectores pueden reconocer a distintas personalidades en actos tan humanos como éste.
Ni que decir tiene que la familia no volvió a ese pueblo …
“Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error” …
(Edgar Allan Poe)

Felices Fiestas

Mark de Zabaleta

domingo, 17 de diciembre de 2017

Y el mundo sigue igual ... by Mark de Zabaleta

“Siempre ha sido así y siempre será igual, que el tiempo y el mundo, el dinero y el poder, pertenecen a los mediocres y superficiales, y a los otros, a los verdaderos hombres, no les pertenece nada. Nada más que la muerte.”
(Hermann Hesse)

sábado, 16 de diciembre de 2017

La sorprendente Teoría de ...


En economía un bien Veblen  es un bien que posee una curva de demanda  con pendiente positiva, es decir, se consume más cuando es más caro. Es un bien de lujo, ya que al aumentar su precio la gente lo consume más debido a que ahora es más exclusivo…
Thorstein Bunde Veblen (1857-1929)  fue un sociólogo y economista estadounidense nacido en Cato (Wisconsin). Su fama se debe a libros como La teoría de la clase ociosa, (1899), una crítica a la sociedad norteamericana escrita mientras era profesor en la Universidad de Chicago. En esta obra definió los términos, ampliamente utilizados en sociología, consumo ostensible (lujo) y emulación pecuniaria (envidia)
La teoría de la clase ociosa  y su ensayo ¿Por qué la Economía no es una ciencia evolucionista? han tenido una gran influencia en las Ciencias Sociales. La economía evolutiva tiene en cuenta la interacción con el entorno, la influencia de situaciones pasadas, como parte de sus resultados.
Hijo de campesinos noruegos que emigraron a los Estados Unidos, estaba marcado por el ideal rural y artesanal de sus antepasados. Veblen pudo comprobar el contraste existente entre el trabajador que se ensucia las manos y el burgués de manos blancas, enriquecido como consecuencia no de su trabajo sino de la manipulación de los símbolos sociales y financieros (especuladores, capitalistas, banqueros, funcionarios corruptos…),  Veblen ofrece como fundamento de su obra una crítica de la sociedad mercantil y del capitalismo occidental muy distinta de la aportada por el marxismo.
Lo que Thorstein Veblen estudia es el funcionamiento y la propiedad mobiliaria (acciones, valores…) del capitalismo americano: el propietario anónimo, la riqueza amasada sin trabajo, la especulación inmobiliaria y el reino social de la abstracción monetarista. Al contrario que con el  “burgués” Marx, para Veblen la lucha de clases no se desencadenaba entre el capitalismo y el conjunto de los trabajadores industriales (el "proletariado"), sino entre una clase ociosa, en parte compuesta por especuladores financieros (los "capitalistas"), y las categorías productivas de la población, los asalariados.
El análisis de Veblen consideraba que la verdadera explotación provocada por el capitalismo liberal era de naturaleza financiera ("capital prestamista") al operar sobre un capital técnico-productivo "creativo" (agricultura, industria, comercio y transporte).  Los financieros, desde el jugador en bolsa hasta los dictadores de los mercados económicos, "se adueñan de lo que no es suyo".
Los bancos invierten en función de sus particulares criterios de rentabilidad, las compañías petrolíferas consensuan el aumento de los precios del crudo en un mercado aparentemente libre con objeto de maximizar sus beneficios, los especuladores inmobiliarios manipulan el precio del suelo y de bienes inmuebles provocando crisis en el sector de la construcción, etc.  Hipótesis según la cual el capital financiero regula la producción y restringe la ocupación, con el objetivo de llegar a un nivel de control total, más allá del cual los márgenes de decisión están totalmente limitados. El capital financiero prevalece sobre la economía nacional provocando la entrada de la sociedad en una verdadera "cultura del dinero"  en la que no cabe ninguna actividad que no haya sido previa y pecuniariamente medida según la única lógica del beneficio (financiero).
Veblen sostuvo (antes de 1900) que en el mundo real no existe una competencia real en la que todos actúen de manera racional. Rechazó la conclusión de que la “mano invisible” (de Adam Smith) transformara el egoísmo de los individuos económicos.
Las principales obras de Marx, Veblen y Keynes  analizaron de forma directa  la sociedad y la política del momento histórico en el que participaron.

Mark de Zabaleta



 

viernes, 8 de diciembre de 2017

Que no nos engañen ...


Para solucionar el problema de pagar las pensiones del mes de diciembre, el Gobierno mariano ha vuelto a echar mano del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Hay que abonar 17.500 millones por las pagas ordinaria y extraordinaria …como sea.
Y, quita y no pon, se acaba el montón …
El Estado, para evitar esta patata caliente, ha ido posponiendo el problema hasta casi vaciar el fondo de reserva para no reformar integralmente, de arriba abajo, el sistema de pensiones…con el claro coste electoral que ello supondría para el PP, que cuenta con el voto fiel de los mayores/pensionistas.
El sistema de reparto para pagar las pensiones se hace a cargo de lo que se obtiene recaudando por las cotizaciones sociales, aunque las cuentas no cuadran desde el año 2012. El gobierno del PP ha ido vaciando paulatinamente el Fondo de Reserva de la Seguridad Social por su incapacidad para solucionar este grave agujero. El Fondo se acaba y ya no da más de sí …
Esos 17.500 millones que necesita la Seguridad Social para cubrir el mes de diciembre, unos 7.800 millones proceden de recursos adicionales, porque con las cotizaciones existentes no llega, y hay que buscar otras alternativas, como el famoso préstamo que el Estado concedió a la Seguridad Social en los Presupuestos Generales del Estado para 2017.
A falta de una reforma integral del sistema de pensiones, la solución del PP es recurrir siempre a diferentes préstamos.
Este problema ya se ve venir desde hace años debido a que se han ido incrementando las disposiciones anuales sobre la hucha de las pensiones: Si en 2012 se gastaron 7.000 millones, en 2016 las disposiciones ya superaban los 20.000 millones. Y vamos cuesta abajo y sin frenos… porque no saben cómo arreglarlo.
El gobierno de Mariano Rajoy se ha cargado el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que ha ido descendiendo progresivamente desde los 67.000 millones de Euros del 2011 hasta los 8.000 que se supone que tiene actualmente (no olviden lo que ha tomado prestado). Y esto se ha acabado, porque a partir de ahora todo será prestado.
Aunque nos digan que las cotizaciones sociales suben y que el paro desciende, la realidad es que no se cotiza lo suficiente (empleo precario mal pagado) para solucionar el grave problema de las pensiones.
Y los mayores les siguen votando … ¿hasta que dejen de cobrar?
Ya lo dijo Groucho Marx: “Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años!”

Mark de Zabaleta



sábado, 2 de diciembre de 2017

Contemporáneo de Beethoven ...


Gioacchino Rossini  (1792/1868) es uno de los músicos más famosos del siglo XIX. En España  tuvo gran popularidad, tanto por  sus óperas “bufas” como por sus aportaciones al mundo de la ópera “seria”, y siendo muy poco posterior a Mozart y contemporáneo de Beethoven, se le consideraba “el mejor músico de todos los tiempos”…
Al contrario que otros compositores de su tiempo, Rossini tuvo fama y riqueza desde el principio. El “Cisne de Pésaro” era gran aficionado a la gastronomía y otros placeres…
A la edad de 37 años, tras el estreno de “Guillermo Tell” en 1829, Rossini entró en una larga etapa de inactividad creadora. 
Tras veinte años de una brillante actividad de producción, se sumió en un período de sorprendente vacío en los cuarenta años que transcurrieron hasta su muerte en 1868.
Aunque no volvió a componer otra ópera, no abandonó el mundo musical y se hizo cargo de la dirección del Théâtre-Italien de París y del Liceo de Bolonia,  y siguió componiendo algunas obras breves.
Son muchas las teorías que tratan de dar respuesta a este silencio en un artista consagrado, desde el hastío hasta la falta de necesidad, dada la riqueza que ya había acumulado, algunos creían incluso que temía compararse a los nuevos talentos musicales…
Lo cierto es que, ya mayor, Rossini comentaba “Después de Guillermo Tell, un éxito más en mi carrera no añadiría nada a mi prestigio; en cambio, un fracaso podría afectarlo. Ni tengo necesidad de más fama, ni deseo exponerme a perderla”.
En Economía, y en el Mundo de los Negocios, ¿No deberían aplicar esta reflexión?

Mark de Zabaleta